Y cuando, dulce, hayas vuelto al hogar
te besaré en tu rincón preferido,
sin que me escuches siquiera un gemido.
Y volverá mi garganta a cantar.
Comenzaré nuevamente a abonar
el campo yermo dejado en olvido,
y ese jardín por los dos tan querido,
empezaré otra vez a cuidar.
¡No volverás ya jamás a marcharte
por los caminos y sendas torcidas
para buscar horizontes lejanos,
pues estaré junto a tí para amarte
con las caricias que huyeron, perdidas,
que encontrarás nuevamente en mis manos!
Antonio Pardal Rivas
6 comentarios:
Que sorpresa verte dando vueltas por mi blog. Me has recordado que no debo dejarlo abandonado. Y también que grato que decidas volver a escribir. Abrazos desde el otro lado del mundo.
La sorpresa sigue siendo mía, qué rápido has respondido, desde qué lado del mundo hablamos?
¡Qué bello poema elegiste para volver!
Te pienso Néctar y espero que estés bien.
besos
Gracias Gárgola,estoy bien. Yo también te recuerdo. Besos desde la disancia
Hola Néctar, en un placer siempre regresar a tu rincón y hallarte con fuerzas, con ganas. Un beso para ti niña
Gracias por tus palabras,el regreso viene cargado de novedades, de proyectos y porqué no... de anhelos
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