En la dura soledad que siento,
tu recuerdo recobra mi esperanza;
tenerte una vez más es mi pensamiento amado;
amarga es la melancolía del dulce beso esperado,
que saliendo de tus labios
provoca la música delicada del atormentado viento,
que en su más absoluta templanza,
muestra también el deseo que siento
de llevar a la tumba esta bella plática,
que aún siguiendo con mi porfía
podré decir que aún siendo dura,
la soledad...
es sólo mía.
2 comentarios:
Lo más cierto que se puede decir de la soledad es que SOLO es de uno mismo.
A mi no me gusta la soledad y por eso comparto esos momentos con otros, aunque muchas veces sea a través de internet y con gente tan buena como tu.
Gracias Ara por tus palabras. Comparto lo mismo que tu dices pero le añadiría un poquito de soledad en determinados momentos. Creo que la compañía para las personas que nos gusta compartir nuestros silencios es imprescindible, pero la soledad es necesaria y propia de uno mismo, como tu dices, de uno, para que en esos momentos uno deje hablar a sus entrañas a sus silencios, a sus aciertos y errores... que se escuche a sí mismo.
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