Que nadie
borre vuestras sonrisas,
que nadie
trunque vuestros anhelos,
que nadie
cambie vuestra
perspectiva,...

que nadie
pretenda que seais como
ellos.


martes, 30 de septiembre de 2008

HoMBReS & MuJeReS/ MuJeReS & HoMBReS


Hombres y mujeres, mujeres y hombres, ¿seremos realmente tan diferentes?
Llega el otoño y con él un poco de desánimo y apatía, los días se hacen más cortos, las ganas de salir merman. Cada cual a lo suyo, una sensación de soledad y vacío recorre muchos hogares, en cambio, en otros llega el momento de compartir, el momento de disfrutar del otro, el momento de sentirse importante en la vida del incondicional, del compañero, del que siempre está ahí, del que te pide un poco de atención.
...El verano... ¿separa? No lo creo, pero andamos ajetreados, queremos aprovechar todo y a todos, como si el sol no fuera a volver más, como si los amigos emigraran a China.
Al llegar el frío, la lluvia, las noches largas, la desgana ¿en qué lado nos encontramos? ¿Necesitamos soledad o compañía?. Muchas veces nos sentimos solos pero ¿realmente es así? o es que no sabemos solicitar la compañía.
Como mujer me identifico muchas veces en que no sabemos pedir las cosas, damos mil vueltas a todo (no quiero resultar machista, pero que somos muy diferentes a los hombres ya no es novedad), de repente todo está mal, nadie nos quiere ni nos hace caso, de esta guisa nos acercamos al amante, al compañero, al incondicional, con miles de problemas de felicidad no plena, lo aturdimos, lo agobiamos, le pedimos cosas que realmente no son dignas de ser pedidas, cosas absurdas que en realidad ni sabemos si queremos, pero se las pedimos por esa sensación de desatención infundada, él intenta lo que puede para complacernos, no sin un aire de alucine de no saber muy bien lo que pasa ni como actuar.

Resultado, para nosotras pérdida de tiempo pensando estupideces, para ellos desorden neuronal, aturdimiento y hastío, aún así no sé como se las arreglan, pobrecitos míos, para estar al pie del cañón.
¿Vosotras sentís lo mismo? o ¿es cosa solo de mi mente que no para de maquinar?.Y los chicos ¿qué pensais?

8 comentarios:

Arita dijo...

Néctar, Néctar...

No se puede ser tan exigente con uno mismo y mucho menos con los demás.

Ya sabemos todos que la cabeza corre más de lo que debiese, pero tenemos que aprender a ponerle freno y separar lo vanal de lo imprescindible; para así saber solicitar sólo las cosas que realmente necesitamos.

Besitos guapa.

Por cierto, un verdadero placer conocerte

Néctar dijo...

Arita guapa, gracias por tus consejos y por aparecer, "de casualidad" en mi vida. Para mí si que ha sido un placer. Tendremos que darle gracias al blog, y cómo no a Felito, ya que gracias a él conocí tu blog, por habernos brindado la posibilidad de conocernos. Un beso ¡GUAPA!

Néctar dijo...

Por ciero tu blog no lo veo negro como el mío, lo veo un color asi como gris ceniza oscurillo. JEJE

Gárgola dijo...

Claro que sí...que somos diferentes es indudable y eso es bueno. Lo que no es bueno es ser desigual, es no poder hacer alguna cosa por las normas que imponen los dictados de género, es imponer ir adelante cuándo lo bonito es caminar juntos, es no poder llorar: porqué los chicos no lloran y no poder jugar al fútbol porqué eso no es cosa de chicas... A veces lo que generalizamos son características nuestras, personales y como ha comentado Arita, si te exiges tanto y solicitas tanto de los demás, es probable que tus anhelos muchas veces se queden a medio camino.
El otoño es buena época para observar...
Un beso

Gárgola dijo...

Acabo de encontrar esta frase que creo encaja muy bien:

'Qué es la felicidad, si no el autentico acuerdo entre la persona y la existencia que lleva.'
Albert Camus

Besos

PD. que conste que estos comentarios son pequeños 'respiros' en una mañana cargada de trabajo!!!!

Néctar dijo...

Gárgola, tus palabras, al igual que las de Arita, me han llegado tan dentro... Gracias chicas por acompañarme en estos momentos un poco bajillos en los que todo es de agradecer y cuánto más si viene de una mano amiga. Ambas teneis mucha razón... tanta... La frace de Albert Camus es muy acertada, como todas aquellas con las que adornas tu blog, lo complicado es encontrar ese mutuo acuerdo que, a veces, no sé como, nos empeñamos en esquivar. No me cansaré de agradeceros vuestros comentarios que me ayudan a ser mejor persona. Un beso muy fuerte para las dos. Buen fin de semana.

Ventana al pasado dijo...

Hombre y mujeres, mujeres y hombres... Extremos de la misma cuerda. Persona, ser humano... algo un poco más grande que nos contenga... De tanto crear parcelas, nos vamos quedando sin sitio

Néctar dijo...

Me encanta la oración con la que terminas tu comentario, taller de escritura, es tan cierta como real. Gracias por comentar en mi blog. Cada día tengo más claro que las mujeres somos de Venus y los hombres de Marte.